Euskararen hedadura – La extensión del euskara

El terreno que el euskara ha ocupando a lo largo de la historia se ha ido viendo reducido de forma casi concéntrica hasta la situación actual. Los motivos han sido muchos y complejos: algunos son lingúísticos y tienen que ver con la fuerza y dinamismo de los diferentes romances que lo han circundado, pero otros están más relacionados con factores económicos y socio-políticos que hacen referencia al idioma que desde el poder se ha impuesto en la administración, en la escuela o la iglesia, así como al diferente prestigio social que ha supuesto a través del tiempo el saberse sólo vascongado (euskaldun, vascoparlante) frente a dominar el idioma romance hegemónico más próximo.

Así, de la extensión territorial que ocuparía el antecesor del actual euskara al comienzo de nuestra era (lo que se conoce como proto-euskara o proto-vasco), hace 2.000 años, la que se supone su expansión máxima, llegamos a mediados del siglo pasado a su mínima expresión. Fue entonces, debido a un esfuerzo colectivo consciente y militante, cuando el euskara comenzó a recuperar terreno a base de políticas activas que han implicado cambios en la educación, la administración y la sociedad en general.

Los siguientes mapas pueden servir para dar una idea de cómo ha sido esta evolución en la actual Navarra:

Arriba se aprecia la que habría sido la zona de máxima extensión del antecedente del euskara actual.

En el mapa de abajo se aprecia la configuración de la población navarra a finales del siglo XVI según el idioma que utilizaban. Los daros ha sido extraídos de documentos de diferente tipo, eclesiáticos, judiciales o administrativos. Hay que señalar que en las localidades que en este mapa aparecen en color verde, la gran mayoría de sus habitantes desconocen otro idioma que no sea el euskara, son incapaces de expresarse en otra lengua. También hay que puntualizar, porque así queda atestiguado en la documentación, que en los pueblos que figuran como castellanohablantes, en aquel tiempo, vivían multitud de personas que no entendían el castellano y necesitaban intérpretes para las circunstancias en que así se requería.

Dos siglos después, la situación lingüística de la actual Alta Navarra habría cambiado, en detrimento del uso del euskara, situándose en los parámetros que indica el siguiente mapa:

Dos siglos más tarde, entre finales del pasado y comienzos del actual, la evolución de la población navarra en función de su monolingüismo o bilingüismo queda refleja en los mapas que siguen. Señalar algo obvio: sólo son bilingües las personas que hablan euskara, el resto son monolingües castellanos.

En color verde aparecen las localidades donde más de la mitad de sus habitantes son bilingües. En amarillo, aquéllas en que el procentaje de bilingües oscila entre el 10 y el 50%. En rojo, las que menos del 10% puede expresarse en ambos idiomas.

A finales de 1986, el Gobierno de Navarra, pretendiendo ordenar y regular el uso del euskara, aprobó la llamada Ley del Vascuence, que dividía a Navarra en tres zonas diferentes, con diferentes derechos para sus habitantes tanto a la hora de recibir educación en uno u otro idioma como para comunicarse con la administración. Las zonas se denominan vascófona, mixta y no vascófona.

A la zonificación original de 1986 se le han ido haciendo cambios en los últimos años, pudiéndose ver esta evolución en el mapa que sigue:

Para saber más: